Bueno, ya no es nuevo, que este año esta lloviendo como nunca es algo con lo que hay que convivir. El planteamiento para esta semana era algo más ligero, para que el cuerpo recuperara las exigencias de la semana anterior. Estaba lloviendo y además saliendo tarde de trabajar, por lo que sólo me quedaba la opción del rodillo. Tres días, martes, miércoles y viernes entrenando la resistencia aeróbica.
Llegaba el sábado y las condiciones meteorológicas no mejoraban, aun así nos arriegamos y nos fuimos a rodar por los senderos de luján rodeando las ruinas romanas de segóbriga. Una ruta conocida que me permitió llegar a comer con los amigos y con mi novia, que la pobre ya se le está acabando la paciencia con esto de los entrenos del soplao. La lluvia nos respetó, sólo un poco de llovizna al principio que nos permitió completar una ruta de unas tres horas bastante divertidas.
El domingo el tiempo seguía pintando mal, no nos podíamos arriesgar a irnos muy lejos, despues de toda la semana lloviendo, el terreno podía estar muy complicado. Así que nos fuimos a ruidera, fué todo un acierto, aunque estuvo toda la mañana amenazando lluvia, pudimos deleitarnos con el estado de este parque, las lluvias y nevadas de este invierno lo han dejado espectacular. Disfrutamos de una ruta divertida y exigente de cuatro horas y media.
A estas alturas, las sensaciónes son buenísimas, me estan respetando las lesiones y las caídas. Pero ya empieza a suponerme una exigencia personal, mi novia me requiere y es lógico, esto esta muy bien, me estoy poniendo muy en forma, pero para la pareja es una exigencia. Yo estoy ahora con el vicio y el cuerpo me pide salir más y más, pero bueno, ya sólo le pido un poco más de paciencia, queda poco más de un mes para el gran reto.
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